Cómo Llegar A Ser Miembro De La Iglesia 

 

       En las lecciones anteriores aprendimos cuándo fue establecida la iglesia y por qué debe uno ser miembro de la iglesia. Ahora venimos a aprender cómo llegar a ser miembro de la iglesia de Dios. Antes de dejar la tierra, Jesús declaró en la gran comisión los términos de admisión a la iglesia, o sea al reino.

LA GRAN COMISIÓN 

       MATEO 28:19,20: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo".

       MARCOS 16:15,16: "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado".

       LUCAS 24:46,47: "Y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén".

       Notemos las partes constitutivas en estos registros distintos.
Mateo: Hacer discípulos-bautizar en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo.
Marcos: Predicar-creer-bautizar-salvación.
Lucas: Predicar-arrepentimiento-remisión de pecados.
Tomando los varios elementos como se mencionan por cada evangelista, encontramos: Predicar-creer-arrepentirse-bautizarse-remisión de pecados.

       De esta Gran Comisión y de los ejemplos bajo la predicación de los apóstoles aprendemos cómo las personas vinieron a ser miembros de la iglesia. En una lección anterior aprendimos que la iglesia tuvo su principio el primer día de Pentecostés después de la resurrección de Cristo. Jesús mandó a los apóstoles a quedarse en Jerusalén hasta ser investidos de poder de lo alto (Lucas 24:49) antes de comenzar a llevar a cabo la comisión. Esta poder vino el día de Pentecostés, el día en que fue establecida la iglesia (Hech. 2:1-4). Esto concuerda con los profetas (Is. 2:14; Miqueas 4:1,2). Las demostraciones maravillosas de aquel día atrajeron a la multitud (Hech. 2:1-14). Pedro, comprendiendo que había llegado el tiempo de operaciones bajo la Gran Comisión, procedió a predicar a la multitud.

       EL SERMÓN DE PEDRO. Es notable que Pedro no usó de verdades triviales, o de teorías insignificantes, o de sociología, sino que se dirigió directamente al corazón de la gente con el hecho de que ellos eran pecadores condenados, y que el Jesús crucificado por ellos era el Señor y Cristo reinante. Se compungieron de corazón. Reconociendo su condición, indagaron sobre la ruta de escape. Puesto que Pedro no buscaba agradar a los hombres, sino salvarlos, les respondió al instante: "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados" (Hechos 2). Se ve muy fácilmente que en este caso hay perfecta armonía con la Gran Comisión.
Comisión: Predicar-creer-arrepentirse-bautizarse-remisión de pecados.
Primer Sermón: Predicar-creer arrepentirse-bautizarse-remisión de pecados. No piense nadie que con sólo un gesto de la mano pueda despedir este asunto o concluir que no es de ninguna importancia el sermón de Pedro, porque dijo Jesús:

       LAS LLAVES DEL REINO. "Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos" (Mateo 16:19). Obsérvese que este sermón ató sobre la gente la necesidad de creer, arrepentirse y ser bautizados. Los que así obedecieran, iban a recibir la remisión de sus pecados. Además, recuérdese que las palabras dichas por Pedro no eran suyas de él, sino que, de hecho, eran las palabras del Espíritu Santo (Hech. 2:1-4). Si Pedro estuviera presente hoy, guiado por el Espíritu Santo, él daría la misma respuesta a los que le preguntaran que la que dio en aquél entonces.

       ¿LLEGARON ELLOS A SER MIEMBROS DE LA IGLESIA? Dice el texto: "Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas" (Hech. 2:41). Nadie duda que los que fueron bautizados así llegaron a ser miembros de la iglesia. Lucas se refiere a ellos como iglesia (Hechos 8:1). (Véase Sana Doctrina, Tomo I, pp. 97-123).

       LOS SAMARITANOS
"Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo...Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito" (Hech. 8:5-13). En este relato de la obra de Felipe en la ciudad de Samaria, es bien claro que los procedimientos armonizan plenamente tanto con la Gran Comisión como con el primer sermón de Pedro predicado bajo esa Comisión. Felipe predicó el evangelio, hubo creyentes, y éstos fueron bautizados. El hecho de que se apartaron de la locura de Simón es prueba de que se arrepintieron (Véase Sana Doctrina, Tomo II., pp. 113-117).

       LA CONVERSIÓN DEL EUNUCO
HECHOS 8:26-40. El señor dirigió a Felipe para que saliera de Samaria y se fuera al camino que descendía de Jerusalén a Gaza. Cuando Felipe llegó al lugar designado, vio a un etíope viajando hacia Gaza. Acercándose al carro según mandato del Espíritu, oyó al funcionario leyendo al profeta Isaías. Después de invitado por el hombre, Felipe subió y se sentó en el carro, "y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino". Como era de esperarse, hallamos en este caso de conversión la misma armonía con la Gran Comisión que en los otros: es decir, el evangelio fue predicado, el eunuco creyó y fue bautizado, y seguramente recibió la remisión de pecados.

       LA CONVERSIÓN DE SAULO
HECHOS 9:19; 22:1-16; 26:12-18. Al leer estas referencias nos damos cuenta, entre otras cosas, de que Saulo iba en camino a Damasco con el fin de perseguir a la iglesia, de que le apareció el Señor en el camino, y de que Saulo fue mandado a irse a Damasco donde se le diría qué hacer. Hallamos que Pablo creyó. Esto se indica por su pregunta: "Señor, ¿Qué quieres que yo haga?" Su pronta obediencia revela su fe. Toda su vida subsecuente es prueba de su arrepentimiento. Ananías le dijo: Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre (Hechos 22:16). Este caso de conversión, como todos los demás, armoniza con la Gran Comisión.

       LA CONVERSIÓN DE CORNELIO
HECHOS 10. Aunque Cornelio era de carácter muy excelente, no era hombre salvo, como lo revela el hecho de que fue instruido para hiciera venir a Pedro, quien le diría palabras por las cuales podría ser salvo (Hech. 11:14). También era hombre de oración, pero oraba para saber qué hacer. En contestación a sus oraciones, le fue mandado que hiciera venir a Pedro, quien le diría qué hacer. Habiendo llegado, Pedro halló a Cornelio y sus amigos congregados para oír todas las cosas que el Señor había mandado. Con esta confianza, Pedro les comenzó a predicar el evangelio. Creyeron (Hech. 15:7-9), se arrepintieron (Hech. 11:18), y fueron bautizados (Hech. 10:47,48). Se ve también que este caso, como se esperaba, armoniza con la Comisión.

       LA CONVERSIÓN DE LIDIA
HECHOS 16:14,15. Pablo le predicó a ella, y el hecho de que estuvo atenta a lo predicado, y que fue bautizada, revela que creyó. No se dice en tantas y cuantas palabras que se arrepintió, pero nadie cree que Pablo hubiera bautizado a alguien que no se hubiera arrepentido. Esta conversión concuerda con la Comisión. Ella creyó, se arrepintió, se bautizó, y fue salva.

       EL CARCELERO
HECHOS 16:19-34. A las cero horas de la medianoche Pablo predicó a este hombre; él creyó y fue bautizado, según la dirección de la Comisión, y ciertamente fue salvo. Siendo empleado de un gobierno pagano, era evidentemente pagano y sin conocimiento del Dios verdadero, sin embargo, aprendió bastante en el breve espacio de una hora para llegar a ser cristiano. Esto es debido al hecho de que deseó aprender la verdad, y que tuvo a Pablo, predicador del evangelio, para que le dijera qué hacer. Pablo no perdió tiempo inútilmente en sermonear o dar conferencias sobre temas populares del día, sino que predicó el evangelio; le dijo al hombre qué hacer para ser salvo. Dentro de la hora, el carcelero oyó, creyó, y fue bautizado.

       LOS CORINTIOS
HECHOS, 18:1-8. La narración de esta conversión es breve. Pablo les predicó, "y muchos de los corintios oyendo creían, y eran bautizados". Esto también concuerda con los requisitos de la Comisión. Unos años después de su bautismo, les escribió Pablo una carta y se dirigió a ellos como "a la iglesia de Dios que está en Corinto" (1 Cor. 1:2). En la misma epístola dice: Os prediqué el evangelio "el cual también recibisteis" (1 Cor. 15:1). 1. Pablo predicó el evangelio a los corintios. 2. Ellos, "oyendo, creían y eran bautizados". 3. Luego Pablo se dirigió a ellos como a "la iglesia de Dios que está en Corinto" (1 Cor. 1:2). Si el evangelio se predica hoy y si la gente lo oye, cree y es bautizada, ¿no vendrán así a ser miembros de la iglesia de Dios? Si no, ¿porqué no? ¿Es usted miembro de la iglesia de Dios? Si una carta fuera dirigida a la iglesia de Dios en su pueblo, ¿Caería ella en manos de la que usted es miembro?

ALGUNAS OBSERVACIONES ADICIONALES 

       Por motivo de la grande confusión resultante de las varias teorías y prácticas tocante a este asunto de llegar a ser cristianos, o miembros de la iglesia, no creemos que esta lección estaría completa sin otras cuantas observaciones referentes a estas cuestiones. Si la gente estuviera contenta con ser sencillamente cristianos y con pertenecer tan sólo a la iglesia del Dios vivo, no existirían muchos de estos problemas molestos. En los días de los apóstoles, no había tal cosa como denominaciones. Los discípulos de Cristo de aquel entonces eran sencillamente cristianos.

       CREDOS HUMANOS. En los días de los apóstoles a la gente no la molestaron los credos humanos, porque tales cosas no existían entonces. Esto siendo la verdad, ¿por qué debe uno ahora dejar que tales cosas le molesten, o por qué debe la gente suscribirse a ellos? Tenemos la Biblia, la inspirada Palabra de Dios, y no necesitamos otro guía. A los ojos de Jehová, ella basta para toda necesidad religiosa (2 Pedro 1:3; 2 Tim. 3:16,17; Juan 8:31,32; 12:48,49; Hech. 4:19,20; 5:27--29; Gál. 1:8; 1 Ped. 4:11; 2 Tim. 2:2; 1:13; Fil. 4:9; 2 Juan 9,10). A un credo que contenga menos que la Biblia le falta; y a uno que contenga más que la Biblia le sobra.

       ¿ES UNA IGLESIA TAN BUENA COMO LA OTRA? Hay un gran número de iglesias fundadas por hombres en el mundo, y posiblemente de éstas una es tan buena como la otra; pero seguramente nadie, si reverencia al Señor, cree que los hombres puedan edificar una iglesia tan buena como la edificada por el Señor. Si la gente en todas las iglesias es el pueblo de Dios, entonces dividirlo en muchas sectas distintas, o iglesias, es una violación positiva de la voluntad de Dios (1 Cor. 1:10-15; 3:1- 7; Ef. 4:3,4; Juan 17:20-21). En medio de la confusión sobre las muchas denominaciones de hoy, parece haberse olvidado que el Señor las reprueba a todas ellas. ¿Insiste usted en que hay gente buena en todas las iglesias? ¿Es la doctrina peculiar de toda denominación lo que la hace buena, o no es verdad que son buenas a pesar de las doctrinas peculiares que hacen que sean denominaciones? A veces se sugiere que en la parábola de la vid y los pámpanos (Juan 15) se enseña la lección de iglesias o denominaciones diferentes. En esta parábola declara Jesús que él es la vid y que los discípulos son los pámpanos. "El que en mí no permanece, dijo Cristo, será echado fuera como pámpano". Algunos creen que las siete iglesias de Asia (Apoc. capítulos 2 y 3) eran denominaciones. Éstas eran congregaciones locales en los pueblos mencionados.

       PREDICACIÓN SENSACIONAL. El predicador sensacional busca excitar las emociones más bien que enseñar a la gente qué es ser cristianos. El excita a la gente. Los métodos empleados para persuadir a la gente a expresar algún deseo de ser salva, como por ejemplo firmar tarjetitas o nombrar a la iglesia de su preferencia, le parecen extraños al que lee y respeta el Nuevo Testamento. Bajo emoción alguna gente profesa creer en Cristo y es declarada salva por el pueblo, mientras que no ha obedecido al evangelio. Que compare el lector el proceso en las reuniones dirigidas por uno de estos evangelistas sensacionales con la narración de eventos de reuniones dirigidas por hombres inspirados, los cuales ha estado estudiando en esta lección, y vea qué distintos son sus métodos y predicación.

       LA CONVERSIÓN. Frecuentemente, pensando que la conversión es alguna cosa mística que Dios envía sobre uno, la persona espera en lugar de hacer prontamente lo que Dios ha mandado. Cree que el pecador ha de ser del todo pasivo en esto y espera que Dios envíe de arriba el poder. Sin embargo, conversión significa volverse, y cuando alguno se vuelve del pecado a Dios, se convierte. La Versión Moderna, en Hech. 3:19 dice: "Arrepentíos pues, y volveos a Dios"; mientras que la Versión de Valera dice, "Arrepentíos y convertíos". Nótese, pues, que es deber del individuo arrepentirse y volverse; la responsabilidad de esto es de él. El puede y está obligado a volverse. Un hombre salvo es un hombre convertido. La idea mística de la conversión, como es afirmada por las denominaciones, nunca fue predicada por ningún hombre inspirado. En aquel entonces Cristo fue puesto delante de la gente en todo sermón; creyeron en él, se arrepintieron de sus pecados, fueron bautizados, y fueron salvos. Así se volvieron de Satanás a Dios. No hubo nada de misterio en esto, y nadie se quedaba esperando a que se le convirtiera, o se le salvara. No habría problema hoy si todos siguieran estos ejemplos inspirados.

       EL RENACIMIENTO. Cristo le dijo a Nicodemo: "Os es necesario nacer de nuevo" (Juan 3:7-Versión Moderna). Este es lenguaje figurado. Pero cuando hombres inspirados dijeron a pecadores que inquirieron por la salvación qué hacer para ser salvos, nunca les dijeron que nacieran de nuevo. La gente no hubiera entendido lo que eso requería. Ignoraron toda expresión figurada y dijeron a la gente en términos sencillos qué hacer para ser salva. Cuando la gente preguntó el día de Pentecostés qué era necesario hacer, no les dijo Pedro que nacieran de nuevo sino que dijo en lenguaje sencillo: "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados" (Hechos 2:38). Al hacer esto llegaron a ser hijos de Dios. Hacer estas cosas es nacer de nuevo y llegar a ser hijos de Dios. Pablo dice: "pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos" (Gál. 3:26,27).

       SOBRE CONSEGUIR LA RELIGIÓN. En ciertas partes hay quienes hablan de "conseguir la religión". Sin embargo, no se halla tal idea o expresión en la Biblia. La religión de los judíos es mencionada (Hech. 26:5), pero era cosa qué creer y practicar, y no cosa qué conseguir. La palabra "religión" es aplicada una vez a la vida cristiana: "La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo" (Sant. 1:27). Así es que la religión pura y sin mácula consiste en ayudar a los necesitados y en guardarse sin mancha del mundo. Esto es una vida qué vivir, pero no una cosa qué conseguir. Un hombre no salvo, un hombre que es de este mundo, no puede hacer las cosas que Santiago llama en este pasaje la religión pura. Puede ayudar a los necesitados; pero no puede guardarse sin mancha del mundo por la simple razón de que él es parte del mundo. Puede salvarse del mundo, y luego ayudar a los necesitados y guardarse sin mancha del mundo, pero no puede "conseguir" lo que llama Santiago la religión pura. Una persona puede ser religiosa y a la vez no ser cristiano. Pablo tuvo que abandonar la religión de los judíos para llegar a ser cristiano. Todo pagano tiene que abandonar su religión para ser salvo. Después de salva, cualquier persona puede hacer las cosas que según Santiago constituyen la religión pura; pero no "consigue" uno el ayudar a los necesitados, ni "consigue" el guardarse sin mancha del mundo. Estas cosas se hacen. Si alguien "consigue" una religión, es religión de otra clase.

* * *
Temas para investigación y estudio:

1. ¿Qué es adoración vana?
2. Métodos de predicadores inspirados. 3. Discusión sobre la conversión de los del día de Pentecostés.
4. Felipe y su obra.
5. Pablo como predicador.
* * *
Preguntas:

1. ¿Cuándo fue establecida la iglesia? 2. Cítese de memoria la Gran Comisión. Dése referencia.
3. Dénse las partes constitutivas de cada narración de la Comisión.
4. ¿Dónde aprende uno cómo llegar a ser miembro de la iglesia?
5. ¿Por qué cosa habían los apóstoles de esperar en Jerusalén?
6. ¿Cuándo comenzaron a trabajar bajo la Gran Comisión?
7. ¿Qué era el tema central del sermón de Pedro?
8. Léase en voz alta ese sermón.
9. ¿Qué resultado tuvo ese sermón?
10. ¿Qué fue la contestación de Pedro a los que preguntaron? Cítese el pasaje.
11. ¿Armoniza esta contestación con la Gran Comisión?
12. ¿Qué son las llaves del reino?
13. ¿Qué significa la frase "atar y desatar"?
14. Muéstrese que los del día de Pentecostés llegaron a ser miembros de la iglesia.
15. ¿Por qué fue Felipe a Samaria?
16. ¿Qué predicó él? Cítese el pasaje.
17. ¿Qué resultado tuvo su predicación?
18. Dése prueba de que se arrepintieron.
19. ¿Por qué salió Felipe de Samaria?
20. ¿En qué dirección se fue? ¿A quién encontró y ¿Dónde?
21. Nárrese la historia del encuentro y la predicación.
22. Muéstrese que las cosas hechas armonizan con la Gran Comisión.
23. ¿Quién era Saulo?
24. ¿Qué carácter tenía?
25. ¿A dónde iba? ¿Para qué? ¿Experimentó él cambio de motivos?
26. ¿Quién lo encontró en el camino?
27. ¿Cuáles preguntas hizo Saulo? Cítense las preguntas y las respuestas.
28. ¿Quién le fue enviado en la ciudad?
29. ¿Qué le dijo Ananías que hiciera? Cítese.
30. Muéstrese que Saulo creyó y se arrepintió.
31. Muéstrese que las cosas hechas concuerdan con la Gran Comisión.
32. ¿Quién era Cornelio?
33. ¿Estaba salvo cuando le apareció un ángel? Cítese el pasaje.
34. Descríbanse la visita y el sermón de Pedro.
35. Muéstrese que la conversión de Cornelio armoniza con la Gran Comisión.
36. ¿Quién era Lidia?
37. ¿Dónde está Tiatira?
38. Descríbase su conversión.
39. ¿Dónde está Filipos?
40. ¿Cómo fueron tratados Pablo y Silas en Filipos?
41. ¿Cuáles eventos introdujeron la predicación al carcelero?
42. ¿Qué es un pagano?
43. ¿Qué pasó dentro de la hora?
44. ¿Qué hay de evidencia de que se arrepintió el carcelero?
45. ¿Dónde fue bautizado?
46. ¿Dónde está Corinto? ¿Cuál era la nacionalidad de los corintios?
47. ¿En qué parte se narra su conversión?
48. Nárrese la historia de su conversión.
49. ¿Qué prueba que ellos llegaron a ser miembros de la iglesia?
50. ¿Harán hoy las mismas cosas que uno sea miembro de la iglesia?
51. ¿Quién recibiría una carta dirigida a la "iglesia de Dios" en el pueblo suyo?
52. ¿Qué es un credo humano? ¿Quiénes los usan?
53. Pruébese que la Biblia es guía suficiente.
54. ¿Por qué no es tan buena una iglesia como la otra?
55. Si uno sigue las instrucciones de la Biblia, ¿a qué cosa será guiado?
56. Pruébese que la división es mala.
57. ¿Qué da principio a denominaciones?
58. ¿Qué simbolizan la vid y los pámpanos?
59. ¿Qué eran las siete iglesias de Asia?
60. ¿Dónde estaban?
61. Descríbanse los métodos de los predicadores sensacionales.
62. Muéstrese la diferencia entre su predicación y la de los apóstoles.
63. ¿Qué debe ser el objeto del predicador?
64. ¿Es activo o pasivo el pecador en la conversión?
65. Descríbanse los resultados de la predicación falsa.
66. ¿Qué es conversión?
67. Dése el proceso de la conversión.
68. Descríbase el renacimiento.
69. ¿Qué es la religión pura? ¿La conseguimos?
70. ¿Qué es religión vana?

 

Por C.R. Nichol y R.L. Whiteside
(Traducido por Bill Reeves y
actualizado por Valente Rodríguez G.)
Del libro "Sana Doctrina" Tomo III, Capítulo Cuatro
Derechos Reservados ©

 

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