Algunos Pensamientos Sobre la Oración 

(Parte 3)

 

       La vida del Cristiano está fundada sobre dos grandes principios esenciales: (1) la obligación personal, la cual necesita responsabilidad y deber para Cristiano dentro su propia capacidad delante de Dios; (2) la dependencia personal en Dios, el cual requiere confianza de parte de cada Cristiano para eso que trasciende a su propia capacidad. Uno nunca debe olvidarse o ser indiferente a cualquiera de estas. Sin hacer caso de las capacidades de uno, él es aún incapaz de salvarse a sí mismo. No está dentro del poder del hombre salvarse a sí mismo (Jer. 10:23; Prov. 14:12; 2 Cor. 3:5). Pablo hace esto muy claro en Fil. 3:7-16 donde rechaza «mi propia justicia» de manera que pudiera obtener «la que es por la fe de Cristo ... si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos». Esta comprensión humilla al hombre y lo fuerza a volverse dependiente en Dios para suplir todas las cosas que el hombre no puede. Edificar un deseo dentro del corazón del creyente a obedecer también como la oración.

       La fe es la base sobre la que uno actúa hacia y depende de Dios. La fe da seguridad, confianza y evidencia para eso que es buscado. Por fe buscamos lo que no tenemos por mérito personal: ser aceptables, ser dignos, y obtener la justicia. Esta confianza de fe da un deseo de obedecer y orar. La fe ora con la seguridad de que Dios es capaz de oír y contestar (Isa. 59:1-2; 1 Ped. 3:12; 2 Cor. 9:8; Fil. 3;21; Heb. 7:25).

       La fortaleza de la fe de uno es manifiesta por su deseo y confianza en toda la suficiencia de Dios para suplir cada necesidad suya. En su obediencia, Dios suple las directivas y las instrucciones. En su dependencia, Dios suple su seguridad. Si uno no desea una cosa, ciertamente no orará por eso. Si uno no tenía la confianza de que eso podía ser tenido, no orará por eso. Si uno no se siente dependiente - si siente que él mismo puede hacerlo - no orará por eso. Me imagino que una de las grandes influencias para llevarnos a nuestra actitud de no orar es la falta de confianza de que Dios contestará.

 

Teorías Perjudiciales 

       Algunas teorías nocivas son discutidas en Sound Doctrine, Vol. II, por los hermanos C.R. Nichol y R.L. Whiteside (Págs. 69-72). Es dado lo siguiente y es digno de nuestro paciente estudio:

       Muchas teorías, aún entre declarados Cristianos, han contribuido grandemente a la actual indiferencia de la oración. El racionalismo se ha deslizado dentro de la iglesia, y la enseñanza de la Biblia sobre la oración es ignorada o explicada aparte de ella. Con algunas teorías las claras declaraciones de la Biblia dejan de ser convincentes, puesto que todo debe estar sujeto al examen de la razón humana. Extraño como parece, algunos de los más dogmáticos de esta clase de racionalismo son encontrados entre aquellos que declaran tomar la Biblia como su única guía. Sus teorías sobre la oración no son encontradas en la Biblia. Sobre el tema de la oración, no preguntan, ¿Qué dice la Biblia? sino, ¿Es posible para Dios contestar la oración?

1. Dios Es Incambiable. Es argüido que en vista de que Dios es incambiable, nuestras oraciones no pueden tener efecto. Tal conclusión no es encontrada en la Biblia. Ningún escritor inspirado jamás argumento así. Hay numerosos ejemplos de oraciones contestadas. No se refuta la cuestión al decir que todo esto ocurrió en los días de los milagros; pero si la inmutabilidad de Dios lo previene de contestar la oración ahora, lo habría prevenido entonces, porque él era incambiable entonces como ahora. El contesto la oración entonces. Eso es seguro. Siendo incambiable contestará la oración ahora. De esta manera, el argumento sobre la inmutabilidad de Dios, en lugar de oponerse contra la oración, es prueba positiva de que Dios contestará la oración.

2. Dios Es Omnisciente. Es afirmado que Dios posee sabiduría infinita y sabe lo que necesitamos antes de pedírselo; que su naturaleza siendo perfecta, y sus propósitos siempre buenos, el no negará ninguna cosa buena para sus hijos; por tanto, no puede haber razón para orar. Esta visión es la base para muchas oraciones pasadas por alto. ¡No es verdad que todas fueron contestadas entonces! Es necio argumentar contra una demostración. No permita que su celo por la habilidad argumentativa desacredite la Biblia.

3. Los Milagros Han Cesado. Es insistido que Dios no puede contestar la oración sin violar las leyes de la naturaleza, y que eso sería un milagro. Supóngase que es verdad, si Dios dice que contestará, ¿debemos suscribirnos a una teoría que lo convertirá en mentiroso? Muchos que defienden esta teoría no pueden definir las leyes de la naturaleza ni decir qué es un milagro. ¿Cómo puede uno saber que Dios no contestará la oración sin obrar un milagro? ¿Sabe usted todo? Si no, ¿por qué cometer un error que implica conocimiento universal? Si hay en todo el universo una cosa que usted no sabe, esa cosa podría ser cómo Dios puede contestar una oración y no obrar un milagro. No se haga necio usted mismo tratando de ser sabio.

       Un amigo le pide un favor, y usted se lo concede. ¿Obró usted un milagro? Las aves y las bestias escuchan el clamor de sus hijos y les traen el alimento - ¿obraron milagros? Usamos las leyes de la naturaleza todos los días para contestar las solicitudes u oraciones de nuestros amigos e hijos. ¿No puede Dios hacer otro tanto? Jesús dijo, «Para Dios todo es posible». Pero los defensores de esta teoría que deshonra a Dios hacen posible para el hombre y la bestia hacer lo que ellos afirman y declaran que es imposible para Dios hacer?

       Que Dios no puede contestar la oración sin obrar un milagro es una mera suposición apoyada por ninguna enseñanza Bíblica. Hasta donde entendemos las leyes de la naturaleza, es tanto un milagro para Dios escucharnos como lo es para él contestar una oración. 

 

Influencia Refleja 

       Nos es dicho por algunos que la influencia refleja es el único beneficio que derivamos de la oración. Esto hace de la oración una especie de gimnasio espiritual en el que tomamos ejercicio espiritual - y el ejercicio espiritual es bueno; pero si la oración es la única forma de ejercicio espiritual y la influencia refleja es la único bueno derivado de eso, entonces los gentiles están tan beneficiados por la oración como el Cristiano. ¿Bajo qué condiciones son buenas las influencias reflejas? ¿Habrá una buena influencia refleja si usted ora a un poste o a una piedra? Su propio corazón le contesta: «No, la influencia refleja será mala». ¿Por qué? Porque usted sabe que el árbol o la piedra no pueden oír o contestar. Tal oración sería una burla necia. ¿Pero es esto en algo menos a orar a Dios creyendo que él no puede escuchar y contestar? En la misma naturaleza del caso de la influencia refleja de la oración es buena solamente cuando sinceramente oramos a Aquel en quien creemos que nos oye y está deseando y es capaz de concedernos los deseos de nuestros corazones.

 

Dios Contesta las Oraciones 

       Las anteriores teorías no están apoyadas por la Biblia, y ningún defensor de tales teorías jamás trata de probarlas con las Escrituras. Tales teoristas dependen de un proceso de razonamiento, y no en lo que Dios dice. Ninguno de ellos señala un pasaje o Escritura y dice: «Esto enseña mi doctrina». Se olvidan que toda doctrina Bíblica debe estar establecida por lo que el Libro dice, y no por nuestra razón. Deberíamos usar nuestra razón para aprender lo que Dios dice, y no colocar a un lado lo que él enseña. Dejemos eso a los infieles. La prueba de que Dios contesta nuestra oración es demasiado abundante para incluir todo en esta lección, pero brevemente llamamos la atención a:

 

La Biblia Enseña Sobre la Oración 

       Jesús enseñó a sus discípulos a orar (Mat. 6:5-15), y dijo: «Tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público». «Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos» (Sal. 34:15).

       «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide un pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? (Mat. 7:7-11).

       «La oración eficaz del justo puede mucho» (Stg. 5:16). Como un estímulo para la oración, Santiago añade inmediatamente: «Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto» (Stg. 5:17-18). Esta era una oración y respuesta digna de notar, y la respuesta parece haber llegado en forma natural. Para las personas esto no apareció como un milagro. (Véase 1 Reyes, capítulo 17 y 18).

 

¿Por Qué Puede Orar Un Hijo de Dios? 

       Le es dicho que ore: (1) Por sus enemigos (Mat. 5:44; Hch. 7:60); (2) Por un hermano que peca pero no de muerte (1 Juan 5:16; Hch. 8:18-24; Stg. 5:16). (3) Por «los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad», en efecto, orar por todos los hombres (1 Tim. 2:1-2). (4) «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias» (Fil. 4:6). «En todo» cubre todos los problemas y necesidades de la vida. Si no, ¿por qué no? ¿Contestará Dios la oración? A los Cristianos les es enseñado a orar (1 Tes. 5:17; 1 Tim. 2:8) y, si les es enseñado a orar, la respuesta debe estar próxima o no hay necesidad de orar. «Por orar» significa que Dios está agradado con las oraciones de Sus hijos. El oye y contesta a sus súplicas o de otra manera no esperaría que el hombre orara. (4) Por los pecadores para que puedan ser salvos (Rom. 10:1-4). (6) Por sabiduría (Stg. 1:5). Este pasaje y otros no quiere decir que oremos de tal manera sin aplicar la capacidad de uno. Significa que debemos aplicar todas nuestras capacidades, porque aún necesitamos la ayuda de Dios - orar por esto. Esta es la razón por la que un hombre de Dios reconoce su necesidad de «orar sin cesar». Dios se encargará de los cómos. El no violará Su voluntad pero cumplirá toda promesa. Por tanto, deberíamos orar sin temor y duda. Siempre, si uno ama y tiene una fe completa en toda la suficiencia de Dios, orará, «Hágase tu voluntad - no la mía». El hijo de Dios puede estar contento con la respuesta de Dios.

 

Por Leonard Tyler

(Traducción por Jaime Restrepo)

 

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