El Sábado o El Día del Señor, ¿Cuál?  

 

       Para los judíos el sábado era día de reposo. Esto no lo niega nadie. Sin embargo, algunos, no reconociendo que el cristianismo es un camino nuevo (Heb. 10:20), han procurado atar sobre nosotros la ley del sábado. Han sido considerados en la lección anterior algunos de los argumentos en que confían estos semijudaizantes.

EL SÁBADO FUE UNA SOMBRA - "Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna, o de sábados: lo cual es la sombra de lo por venir" (Col 2:16,17, Revisión 1909). Pablo habla en este pasaje de comida, bebida, días de fiesta, nuevas lunas, y del sábado. Los sabatistas reclaman que la palabra "sábado" de este pasaje se refiere a los sábados de los días de fiesta. Esta contención resulta del deseo de justificar la posición que han tomado. En este pasaje Pablo menciona los días de fiesta y otras cosas quitadas por la muerte de Cristo, incluso el sábado, declarando que eran solamente una sombra. Los cristianos no están bajo de la ley antigua, y como consecuencia, se hallan libres de toda demanda de la ley (Rom. 3:19; 6:15).

DESLIGADOS DE CRISTO - "De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído" (Gál. 5:4). La observancia del sábado era uno de los mandamientos de la ley; por eso, los que observan el sábado están desligados de Dios, han caído de la gracia.

MUERTOS A LA LEY - CASADOS CON CRISTO - ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive? Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive: pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera. Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios" (Rom. 7:1-4). Pablo no busca enseñar aquí una lección concerniente a la relación entre marido y mujer. El sencillamente está usando esa relación bien conocida, y la ley que gobierna esa unión, para enseñar una lección que todos los judaizantes de aquel entonces necesitaban saber, y que todos los semijudaizantes de hoy necesitan saber, es decir, que como la muerte del marido libraba a la esposa para darle el derecho de casarse con otro, así también la muerte de la ley libró al pueblo bajo ella para que se pudiera casar con otro, con el Señor Jesucristo. Pablo enfatiza aún más este pensamiento, diciendo: "Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra" (Rom. 7:6). La ley a que se refiere en este pasaje la identifica claramente el apóstol en el versículo siguiente, donde dice: "Yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás". Esto muestra que la ley a la cual se refirió contenía, los Diez Mandamientos, cuando menos. Él dice que estamos libres de aquella ley, la que incluía lo del sábado.

JESÚS Y EL SÁBADO - "Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado" (Mat. 24:20, Revisión 1909). Esto no significa, como afirman los sabatistas, que Jesús estaba enseñando a sus discípulos a tener tanta estima por el sábado que, en la destrucción de Jerusalén, oraran ellos que su huida no fuera en sábado. Si así fuera, probaría que debían de tener una estima semejante por el invierno. Los hechos son: Durante el invierno la huida sería difícil y acompañada de sufrimiento-orad que vuestra huida no sea en esa estación; en sábado las puertas estarían cerradas (Neh. 13:19), haciendo difícil la huida. Además, los dirigentes judíos procurarían impedir su viaje en día de sábado. Por lo tanto, orad que vuestra huida no sea en sábado.

*Jesús manifestó la superioridad de su enseñanza sobre los Diez Mandamientos (Mat. 5:21-27). De hecho, en su enseñanza y práctica parecía estar preparando la gente una eliminación total de la observancia del sábado (Mat. 12:1,2; Marcos 2:23- 28; Luc. 13:10-16; 14:1-6; Juan 7:22,23).

LOS APÓSTOLES Y EL SÁBADO - Los sabatistas afirman que las siguientes referencias prueban que los apóstoles guardaban el sábado: Hechos 13:14,42,44; 16:13. En toda ciudad, donde había judíos, los apóstoles les predicaban primero a ellos. Los judíos se congregaban en sábado en sus sinagogas para culto, y los apóstoles aprovechaban la oportunidad para predicarles. Este hecho no prueba más que guardaran el sábado que lo que prueba que guardaban el culto de la sinagoga. En estos días los sabatistas predican mucho los domingos. ¿Es esto prueba de que observan el domingo?

 

El Día Del Señor--El Primer Día de la Semana 

       Juan dijo: "Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor" (Apoc. 1:10). Aunque los escritores primitivos, algunos de los cuales oían a los apóstoles predicar, universalmente aplicaron el término "el día del Señor" al primer día de la semana, no obstante los sabatistas de toda escuela niegan la veracidad de esta aplicación. Ellos alegan que el sábado es el día del Señor, pero no es llamado nunca así. Aunque tenía siglos de existencia el sábado, en el Nuevo Testamento fue originado un nuevo término, fue inventada una nueva palabra. Una nueva palabra fue inventada para describir un cierto día y una cierta cena. Esta nueva palabra [griega] es KURIAKOS [y con esta palabra se inventaron las frases] día kuriakos y cena kuriakos. Nuevas instituciones y nuevas condiciones introducen nuevas ideas y nuevas relaciones, frecuentemente haciendo necesaria la invención de nuevas palabras. Si considera el estudiante un número de nuevas palabras inventadas durante la [I] Guerra Mundial, verá que esto es cierto. Ahora bien, en la religión cristiana fue introducida una nueva cena, una cena perteneciente especialmente al Señor, y fue introducido un día nuevo, un día perteneciente especialmente al Señor. No se conocía antes tal cena ni tal día. Pero eso fue inventada una nueva palabra. Si hubiera sido significado el sábado, una institución antigua, no hubiera habido necesidad de tal palabra para expresar la idea aquella. Thayer define la palabra: "Kuriakos, del Señor o perteneciente a él".

ACONTECIMIENTOS MEMORABLES DEL PRIMER DÍA - Los siguientes son algunos de los acontecimientos del primer día, que lo colocan sobre los otros días de la semana y hacen que sea muy apropiado llamarlo el día del Señor: (1) Cristo resucitó. "Mas como Jesús resucitó por la mañana, el primer día de la semana" (Mar. 16:9). (2) Muchos de los santos se levantaron (Mat. 27:52,53). (3) Cristo se apareció repetidas veces a sus discípulos en ese día (Mar. 16:9-14; Luc. 24:1- 36; Mat. 28:8- 10; Juan 20:1926). (4) La resurrección declarada por primera vez (Luc. 24:34). (5) El Pentecostés caía en día primero (Lev. 23:15,16, Deut. 16:9; véase Sana Doctrina, Vol. I., pág. 109-111). (6) El bautismo del Espíritu Santo en el día primero (Hechos 2:1- 4). (7) Pedro se refiere al día primero como el principio (Hechos 11:15). (8) Las primicias de la cosecha de cristianos en este día (Hechos 2). (9) El primer anuncio público de la resurrección y la coronación del Señor se hizo en el día primero (Hechos 2). (10) Se predicó por primera vez la remisión de pecados en el nombre de Cristo en este día (Luc. 24:45-49, Hech 2:38). (11) En el primer día de la semana se reunían regularmente los discípulos (Hechos 20:7).

SE JUNTABAN LOS DISCÍPULOS EL PRIMER DÍA - "Y nosotros, pasados los días de los panes sin levadura, navegamos de Filipos, y en cinco días nos reunimos con ellos en Troas, donde nos quedamos siete días. El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche" (Hechos 20:6,7). En este viaje Pablo se apresuraba por estar el día de Pentecostés en Jerusalén (Hechos 20:16), no obstante, se detuvo siete días en Troas. Es evidente que se detuvo para juntarse con los discípulos en su reunión regular el primer día de la semana para partir el pan, porque inmediatamente después de la reunión, continuó su viaje. Habiendo estado siete días en Troas, estuvo allí en sábado, pero no se hace referencia al sábado. Si hubieran tenido una reunión en sábado, ningún historiador sabatista habría dejado de mencionarla. Evidentemente Lucas no era sabatista. Pero sí se menciona que se juntaron el primer día de la semana a partir el pan. Pablo se había quedado siete días para estar en esta reunión, aunque apresurado por llegar en Jerusalén. Sabemos que Lucas estuvo presente en la primera parte de esta reunión, porque dice: "Cuando nos reunimos para partir el pan" (Versión Moderna). La partida temprana del navío requirió la salida de la reunión de parte de algunos para que pudieran alcanzar el navío antes de que levara anclas (v. 13). Pablo terminó su discurso, determinando ir por tierra a Asón y allí juntarse con sus compañeros (v. 13). Cuando terminó su discurso Pablo al amanecer, se marchó (v. 11). Una pregunta que puede perturbar a algunos es: si Pablo pudo ir por tierra a Asón, ¿Por qué no todos? En contestación basta sugerir que Pablo y sus compañeros estaban llevando a Jerusalén ofrendas para los pobres, y que alguien tenía que ir por barco para cuidar estas ofrendas. Además, llevarlas por tierra, habiendo sido posible esto, hubiera puesto a merced de los ladrones esa gran suma. Tal vez salieron estos compañeros durante la interrupción del servicio causada por la caída de Eutico desde la ventana. Además, Pablo, sabiendo que tendría que partir venido el alba, aprovechó esta interrupción del servicio para comer en vista de su camino de treinta kilómetros a pie a Asón (v.11). A veces se ha pensado que la comida de pan de este versículo fue la comunión. Pero las circunstancias no concuerdan con esa idea. Todos se juntaron para partir el pan. Evidentemente se habrá atendido esto temprano en el servicio, y antes de que tuvieran que partir algunos de la compañía. Además, es indiscutible que solamente Pablo comió la comida del versículo 11. Esta interpretación claramente está indicada en la traducción española (véase la Versión Moderna), y hecha segura en el texto griego, donde se expresa toda acción en el singular. La reunión en Troas se narra en tales términos que se revela el hecho de que era la costumbre de ellos juntarse el primer día de la semana para partir el pan-"nos reunimos para partir el pan" (Versión Moderna)-y tal reunión de los discípulos proporcionó a Pablo oportunidad de hablarles.

"NOS REUNIMOS" - La manera de referirse a sus reuniones revela que la iglesia en los días de los apóstoles tenía un tiempo señalado para juntarse: "Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones" (1 Cor. 11:17,18). "Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar" (1 Cor. 14:23). "Cuando os juntáis" (1 Cor. 1:26, Revisión 1909). "No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre" (Heb. 10:25). "Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas" (1 Cor. 16:2). "El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan" (Hech. 20:7).

COLECTAS EL PRIMER DÍA - "En cuanto a la colecta que se hace para los santos, según dí orden a las iglesias de Galacia, haced así vosotros también. El primer día de la semana, cada uno de vosotros ponga aparte algo, para guardarlo, según haya prosperado, para que cuando yo vaya, no haya que hacer entonces las colectas" (1 Cor. 16:1,2-Versión Moderna). Los santos de Jerusalén se hallaban necesitados, y había ordenado Pablo a los hermanos de Galacia que hicieran colectas para ayudarlos, y en este pasaje está mandando a los hermanos de Corinto que tengan listos sus donativos para cuando venga. No podía haber tiempo más oportuno para esto que su reunión regular, y por eso les manda atenderlo el primer día de la semana. Así es traducido el pasaje por el Dr. Macknight: "En cuanto a la colecta para los santos, según dí orden a las iglesias de Galacia, haced así vosotros también. El primer día de la semana, cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, poniéndolo en la tesorería, para que cuando yo venga, no haya que hacer entonces colectas". Juzguen ustedes, cristianos compañeros, si no es más apropiado para los cristianos celebrar el día de la resurrección de Cristo que celebrar el fin de la creación.

 

Del libro "Sana Doctrina", Tomo III, Por C. R. Nichol y R. L. Whiteside (Derechos Reservados 1999)

(Nueva versión por Valente Rodríguez)

 

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