Posiciones Históricas Sobre la
Deidad de Cristo1
 

(Capítulo 1)

       Una de las doctrinas más básicas y fundamentales del Nuevo Testamento es el hecho de que Jesucristo era mas que un hombre. La Verdad proclama que El es en realidad Divino, Dios el Hijo (Juan 1:1; Heb. 1:6-8). Es tan importante creer en Su Deidad que Jesús dijo: "... si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis" (Juan 8:24). Jesús, en efecto, está usando la designación divina que fue dada a Moisés cuando le preguntó a Dios: "He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros" (Exodo 3:13-14). Nuevamente, el punto que debe ser enfatizado es que ¡la creencia en la Deidad de Cristo es esencial para la salvación! En la tierra El era "Dios con nosotros", Dios y hombre (Mat. 1:23; Juan 1:14).

 

La Cuestion: ¿Quien es Jesucristo?2 

       Jesús consideró que la opinión que los hombres tenían de él era de importancia fundamental. C.S. Lewis, que fuera profesor de Cambridge y que durante un tiempo fuera agnóstico, escribió: "Estoy tratando aquí de prevenir a cualquiera para que no diga la necedad que la gente dice a menudo respecto de él: Estoy dispuesto a aceptar a Jesús como un gran maestro de moral, pero no acepto sus aseveraciones de ser Dios. Eso es lo que no debemos decir. Un hombre que fuese meramente hombre y dijera las cosas que dijo Jesús, no sería un gran maestro de moral. Podría ser un lunático - en un mismo nivel con el hombre que dice que es un huevo revuelto - o bien podría ser un demonio infernal. Le corresponde a usted hacer la elección. Si este hombre fue, y es, el Hijo de Dios; o si es un demente o algo peor".

       C.S. Lewis añade que: "Usted puede encerrarle por loco, puede escupirle y darle muerte como si fuera un demonio; o puede postrarse a sus pies y llamarle Señor y Dios. Pero no nos presentemos con la necedad de una arrogante condescendencia acerca de que él es un gran maestro humano. El no nos ha dejado abierta esa posibilidad. Ni siquiera lo intentó". 

       A través de los siglos, han surgido objeciones a esta gran Verdad. Deberíamos estar enterados de las principales controversias:

 

Los Sabelianos (ca. D.C. 215) 

       Sabelio fue un maestro de Roma y líder de la escuela de pensamiento "modalistic monarchian" con respecto a la divinidad ("monarquía" que sugiere la primacía del Padre). El monarquianismo Modelístico se llama también el Patripasianismo, porque enseñaba que el Padre sufrió; también se le conoce como Sabelianismo, por Sabelio, su exponente más famoso. Noeto y Praxeas, sus primeros defensores, enseñaban que el Padre nació como Jesucristo, viniendo así a ser el Hijo, y que el Padre murió y se levantó de entre los muertos. Sabelio creía que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres modos o aspectos de Dios, así como el sol es brillante, caliente y redondo.

       Esta forma de monarquianismo llegó hasta Roma al fin del primer siglo y en el primer cuarto del segundo siglo. Ganó apoyo parcial de parte de dos obispos de Roma: Ceferino (año 198-217) y Calixto (217-222). Aunque Calixto excomulgó a Sabelio, publicó un informe en el cual declaró que el Padre y el Hijo son uno mismo, y que el Espíritu que se encarnó en la Virgen María no es diferente del Padre, sino uno y el mismo. Mientras negaba que el Padre sufriera, sostenía que el Padre sufrió junto con el Hijo. Esto parece una forma modificada del monarquianismo modelístico. Hipólito, contemporáneo de Ceferino y Calixto, en Roma, escritor prolijo y teólogo de distinción, condenó amargamente las opiniones de Calixto.

       El monarquianismo vino a Roma desde el Este, y permaneció en varios lugares como en Siria, Asia Menor, Libia y Egipto, por muchos años. Fue especialmente persistente en Egipto. En el quinto siglo Agustín se inclinaba hacia el monarquianismo modalístico.3

       Sabelio argumentaba que Dios es una "Persona" que se proyecta a Sí mismo en tres "maneras" (llenando tres papeles):

       Las formas modernas de Sabelianismo son sostenidas por los Unitarios y los Solo Jesús (Pentecostales Unitarios, La Luz del Mundo, etc.).

 

Los Arrianos (ca. 318-381 D.C.) 

       Arrio era un teólogo de Alejandría que murió en el 336 D.C. Alejandro (también de Alejandría) respondió a sus visiones ante el Concilio de Nicea (325 D.C.) y Atanasio disputó después con él. Arrio argumentaba que Jesús era un ser creado y no eterno. Jesús era un ser intermedio entre la deidad y la humanidad, dijo: "El Padre solo es el verdadero Dios. El Hijo es llamado "Dios" solo en un sentido metafórico y por tanto, no es de la misma esencia (no homoousion, la misma sustancia) que el Padre. Una forma moderna de esta falsa posición es sostenida por los Testigos de Jehová. (El capítulo 2 trata más extensamente sobre el Arrianismo).

 

Los Apolinaristas (ca 361-381 D.C.) 

       El obispo de Laodicea, Apolinar, fue un agresivo polemista del siglo cuarto. Afirmaba que Jesús era Divino hasta el punto de que no podía ser verdaderamente humano al mismo tiempo. El único principio de vida en Cristo era el Logos, dijo: "Y por tanto todo el envolvimiento humano en Jesús era observado `pasivamente' pero no experimentado realmente. Consecuentemente, Jesús no tenía una voluntad humana y no participó en el proceso del pensamiento humano (aprendizaje, etc.). Tampoco fue tentado realmente. Esta posición llevó a la adoración de la carne de Jesús en la visión de la transubstanciación de la Cena del Señor.

       Apolinar sostenía que en un mismo ser, Cristo, dos naturalezas completas y contrarias no podían existir, es decir, la divina: eterna, invariable y perfecta, y la humana: temporal, corruptible, finita e imperfecta. Juntamente con otros, el mantenía que cada ser humano se compone de cuerpo, alma y mente o razón, siendo ésta lo que distingue al hombre de los animales inferiores. Si las dos naturalezas estuvieran en Jesús, éste tendría en sí dos seres. Además, el lado humano de Jesús podría pecar, así como los arrianos extremistas lo habían declarado posible. Esto, para Apolinar, haría imposible la salvación de los hombres. El resolvió el problema de la relación entre lo divino y lo humano en Jesús, diciendo que en él el Lógos divino era el elemento racional. Esto, naturalmente, haría que Cristo fuese menos que completamente humano y dejaría en él completa la naturaleza divina. Con todo, Apolinar creía haber permanecido fiel a la ortodoxia nicena, y que había resuelto con éxito uno de los enigmas más irresolubles.4

 

Los Nestorianos (ca. 428-451 D.C.) 

       Originalmente un monje en Antioquía, Nestorio se convirtió en obispo de Constantinopla. Enseñó que Jesús era en realidad dos personas distintas, una humana y una divina. El Cristo divino no estuvo envuelto en el sufrimiento, tentación, crecimiento, muerte, etc. La parte humana nació por María. María no era, por tanto, una portadora de Dios (theotokos).

 

Los Monofisitas (empezaron ca. 440 D.C.) 

       En el principio este movimiento fue dirigido por Eutiques, cabeza de un monasterio en Constantinopla. Otro importante defensor de la posición era Cirilo de Alejandría. Estos hombres rehusaron aceptar que Jesús tenía dos naturalezas (la humana y la divina) y creían que Su Logos divino absorbió Su humanidad. Jesús, decían ellos, no tuvo una verdadera naturaleza después de Su nacimiento. Lo humano fue deificado en El de manera que su cuerpo no era de la misma sustancia como nosotros. La deidad en El fue capaz, no obstante, de sufrir y morir.

 

Los Monotelitas (ca. 580 D.C.) 

       Esta posición se pensó que había sido acometida por el emperador Heraclio. La doctrina esencialmente ratificaba el monofisitismo y lo complementaba. Sostenía que las voluntades humanas y divinas de Jesús se fundieron en una voluntad. Continuó erigiendo la cuestión de si Jesús verdaderamente tuvo una personalidad humana. Los teólogos "ortodoxos" respondieron que la unión de lo divino y lo humano no privó a Jesús de algún elemento de humanidad sino que más bien lo perfeccionó.

 

Los Adopcionistas (ca. 780 D.C.) 

       La controversia adopcionista surge de las enseñanzas de Elipando de España. Esto había sido insinuado en algunas de las primeras literaturas de aquellos tomando las posiciones ya descritas. Básicamente Elipando sostenía que Jesús se convirtió en Hijo de Dios por adopción en Su bautismo (algunos dicen que en Su resurrección). Jesús en naturaleza era simplemente un hombre dotado con la divinidad como resultado de Su fuerte deseo de unión con Dios y Su buena vida.

 

Los Socinianos (ca. 1525-1600) 

       El movimiento Sociniano fue dirigido por dos teólogos Italianos, Lelio y Fausto Zozzini. Aceptaron la posición adopcionista pero afirmaron que Jesús fue concebido y resucitado sobrenaturalmente. Negaban la preexistencia de Cristo.

 

Los Mormones (1820 - ) 

       La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días proviene ella misma del fundador José Smith y del promotor Brigham Young. Afirmaban que Jesús era el espíritu primogénito (o el primer creado). Declaran que Jesús es un dios en el mismo sentido en que otros de nosotros podemos alcanzar la divinidad. Que los otros espíritus de los hombres que fueron creados antes del mundo, sostenían la misma posición como Jesús; eso es, encarnados en esta tierra o en otro planeta. Los Mormones tienen un completo "panteón" de dioses y Jesús es uno de ellos. Adán también era uno, como lo fue José Smith.

 

La Ciencia Cristiana (1875 - ) 

       Fundada por Mary Baker Glover Patterson Eddy, la Ciencia Cristiana ha declarado que Jesús es la manifestación suprema de un ideal o principio divino que existe inherentemente dentro de todo hombre. La Sra. Eddy negaba la verdadera existencia del universo físico; por tanto, declaraba que Jesús era una ilusión de la mente mortal. El era una idea, no Dios en la carne.

 

Los Testigos de Jehová (1879 - ) 

       Los Testigos de Jehová fueron establecidos por el Pastor Charles Taze Russell y promovidos por el Juez Joseph Franklin Rutherford. El movimiento resultó de influencias Adventistas. Los Testigos afirman que Jesús es un dios poderoso pero no el Dios Todopoderoso. El es la primera creación de Jehová Dios. Es "un Dios" pero no el Hijo. Esta posición es similar a la posición Arriana y usa mucho de la misma argumentación sobre pasajes Bíblicos tales como Juan 1:1-3.

 


1 Guardian of Truth, Vol. 27; Pág. 274, C.G. "Colly Caldwell.

2 Evidencia Que Demanda un Veredicto - Josh McDowell, Págs. 105-106.

3 Historia del Cristianismo, por Kenneth Scott Latourette, Tomo 1, Pág. 191.

4 Ibíd, Pág. 214.

 

Traducido por Jaime Restrepo

 

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